Jornadas Nacionales Sobre Cambio Climático
Sede Boulogne
Educación ambiental para el cambio climático
La educación ambiental en Argentina existe desde hace varios años, desde sus inicios tuvo un carácter preventivo y a veces cuestionador, en la medida en que los daños y desastres ambientales fueron tomando centímetros en los titulares de la prensa. Se elaboraron contenidos curriculares en varios niveles educativos y para distintas regiones del país, dando cuenta de las distintas problemáticas puesto que no son las mismas realidades de las poblaciones rurales y urbanas, por ejemplo, donde el reciclado de materiales desechados no tiene sentido en poblaciones menos urbanas o de menor densidad poblacional.
En el campo comunicacional, los términos de cambio global, calentamiento global, efecto invernadero y otros más fueron confluyendo en lo que hoy se denomina Cambio Climático. Durante los últimos años el tema fue tomando cuerpo propio en las sociedades y esto demandó respuestas de los estados miembros de la ONU. Esa organización mundial de países ya había establecido metas para el nuevo milenio, que abarcaban todos los temas de preocupación mundial, en donde poco a poco los temas ambientales tomaron cuerpo propio a partir de los desastres ambientales tales como aumento de la temperatura, lluvias, inundaciones y tornados que generan a su vez otros problemas sociales, económicas y políticas, comonpor ejemplo los nuevos migrantres ambientales.
Entonces, cual es el papel actual que tiene la educación ambiental, pensada hace décadas atrás para las demandas de ese tiempo? Acaso pueden ser suficientes para prepararnos para el cambio humano y civilizatorio requerido.
Creemos que no alcanza con extender y profundizar los contenidos curriculares para entender, comprender y actuar en el sentido correcto de las cosas.
Debemos repensar que esa educación ambiental debe abarcar todos los niveles educativos pero además a la ciudadanía en su conjunto para poder apurar el paso de los cambios necesarios, dado que de no revertir fuertemente algunos indicadores, las generaciones actuales heredarán un planeta en rumbo de colisión que afectará no solo a las especias y biomas en riesgo actual, sino también nuestro estilo de vida depredador de recursos no renovable.
Debemos tener presente que, sobre el tema ambiental en su conjunto, existen un territorio en disputa sobre el sentido de los orígenes de ese cambio. Claramente hay una postura que relativiza los efectos climáticos de ese cambio adjudicándolos a eventos que, en periodos largos de la historia ya han sucedido, como por ejemplo las periódicas glaciaciones, explosión de volcanes, etc.; mientras que por otro lado hay otra postura que responsabiliza al hombre por los cambios que genera en los ecosistemas de distintos continentes y a lo largo de los últimos 400 años.
Entonces debemos reformular una educación ambiental que contemple y supere esta antnomia que nos hace perder el valioso tiempo que nos queda para revertir la situación. Ya no se trata de unas cuantas especies que desaparecerán, porque ya fueron cientos de especies extinguidas, tampoco se trata de resolver los problemas sin el necesario apoyo y opinión de la ciencia ambiental y también en su conjunto.
Concluyendo este breve resumen, ambientalmente debemos reeducarnos todos, no solo los jóvenes, y no conformarnos con meras acciones de mitigación tales como reciclar reutilizar, reducir y demás.acciones que aún cuentan con el apoyo de política ambientales sustentables. Para cambiar las cosas de raíz, es preciso comenzar a plantear un cambio de hábitos y de conceptos que se orienten a modificar los pequeños efectos de las acciones individuales y sociales para direccionarlas en la conformación de una conciencia ambiental y ciudadana que se haga cargo de los problemas actuales, mas allá de quienes fueron los responsables, puesto que en este cambio nos va en juego nuestro modo de vida como especie.
Hugo Capuya