Jornadas Nacionales Sobre Cambio Climático
Sede Lomas de Zamora
Cambios en la biodiversidad generados por el hombre.
Un juego donde todos perdemos.
Lic. Pablo A. Dinghi
Biólogo, Investigador y docente de la FCEyN – Universidad de Buenos Aires
Resumen:
En la presente ponencia se introduce al espectador a la problemática de la degradación de la biodiversidad desde la perspectiva de los grupos ambientalistas. Se muestra la diferencia de enfoque entre estos grupos y la visión de los investigadores sobre el tema. Se hace hincapié en el enfoque externalista de los primeros versus el enfoque integral de los segundos. Se remarca la importancia de los grupos proteccionistas desde la perspectiva de su poder de difusión y de llegada a las masas, pero se presenta el problema de la “no-visión integral” del asunto, en donde el ser humano queda por fuera del problema: solamente cumple un rol como generador y no como principal víctima. El mensaje icónico de que “estamos destruyendo el planeta” nos pone en un lugar de responsables y no contempla el mayor riesgo para nosotros: la posible extinción de la especie.
A continuación, se desmitifican algunos puntos sobre la viabilidad y capacidad de recuperación del planeta ante este tipo de eventos catastróficos. Se muestra la historia de la Tierra, repasando las 5 extinciones masivas más importantes hasta nuestros días. En dichos eventos, -producidos por diferentes causas estocásticas- (i.e. supernovas, vulcanismo, meteoritos, movimientos de placas tectónicas) se observa la extinción de entre el 75% y el 95% de biomasa dependiendo del momento histórico estudiado. Luego, se define a partir de diferentes parámetros, el concepto de extinción masiva, señalando sus principales características: Corto tiempo del evento catastrófico, alta tasa de extinción de especies, drástico cambio climático y nuevas condiciones de equilibrio. Asimismo, se exponen las condiciones de recuperación planetarias que fueron observadas: alta tasa de supervivencia de especies adaptadas a estos nuevos equilibrios, rápida re-colonización de nichos ecológicos dejados por especies extintas por nuevas especies y surgimiento de una nueva biodiversidad con especies dominantes. Se comparan estas situaciones históricas con la actual, señalando similitudes y la gran diferencia: la causa antropogénica.
Respecto al cambio climático se señala que no estamos frente a los máximos históricos ni en emisión de CO2 ni en temperaturas para los últimos 400.000 años, pero que el problema no reside en los datos actuales sino en la pendiente de la curva de cambios, la cual es mucho más pronunciada para los últimos 80 años, tendiendo a un formato exponencial, y perfectamente correlacionada con la emisión de residuos de combustibles derivados del carbono (petróleo, carbón, gas natural y producción de cemento). Luego se muestra la composición atmosférica donde el CO2 es de solamente el 0,03%, pero es fundamental en el equilibrio térmico atmosférico. El principal problema del calentamiento global no es en sí la emisión de CO2 , sino su efecto sobre las masas continentales de agua congelada: el vapor de agua atmosférico es el principal regulador de la temperatura, impidiendo que se disipe el calor de la Tierra hacia el espacio. Al aumentar la masa de agua potencialmente susceptible de sufrir evaporación, se genera un efecto invernadero en cadena. Este fenómeno genera un nuevo equilibrio térmico que afecta a la biomasa de diferentes maneras, delineando nuevos límites entre eco-regiones. Para explicar este fenómeno se muestran diferentes ejemplos de equilibrios entre seres vivos: selección natural, co-especiación, simbiosis, cadenas y redes tróficas. y se dan ejemplos muy simples de cómo moviendo un solo factor de equilibrio se ve afectado todo un ecosistema de manera dramática. Y se enumeran alguno pocos casos donde el hombre mueve estos equilibrios: Introducción de especies no autóctonas, sobrepesca y sobre explotación ganadera, monocultivos, urbanización de zonas agrestes, derrames y accidentes contaminantes, contaminación por industrias, transgénicos, herbicidas, agroquímicos y su acción en la baja de la biodiversidad, incorporación en la dieta de los animales de metales pesados o plásticos, desforestación de amplias zonas, emisión continua y en aumento de CO2, tráfico de fauna, minería a cielo abierto, represas hidroeléctricas, aumento del consumo de hidrocarburos, guerras (referidas solamente a la destrucción de biomasa en este caso), sobrepoblación humana en ciertas partes del planeta, y aumento de la expectativa de vida, uso de tecnologías con caducidad prediseñada y no reciclado, basura, etc.
Sin embargo, y luego de mostrar especies que ya están destinadas a desaparecer por falta de variabilidad genética, y muchas que ya desaparecieron, se observa y se recuerda el hecho de que el planeta ya ha pasado por situaciones similares y ha resurgido a partir de especies que responden o pudieron adaptarse a estos nuevos equilibrios. Y que esta vez, y según el actualismo biológico (que no es otra cosa que la extrapolación de eventos ya conocidos), ante esta sexta extinción masiva, no debería ser diferente. Y en consecuencia, y más allá de la degradación de la biodiversidad, como se observó en los cinco casos anteriores, la principal perjudicada es la especie o las especies dominantes, llegando en muchos casos a su completa desaparición. Recordemos pues, que en este caso, a la especie dominante la conocemos muy cercanamente: el Homo sapiens.